jueves, 17 de diciembre de 2009

Jueves (Madrid-Paris-Miami-Atlanta-Madrid)

Me contaba el otro día otra compañera de trabajo que un tercer compañero (del que estoy convencido de que se pinta la raya de los ojos) con tal de no saludarla esquivó a una pobre mujer que cayó al suelo en un paso de cebra. Hoy por la mañana temprano, mientras estornudaba en el autobús, un quinceañero con chaqueta de cuero me ofreció muy amablemente un pañuelo de papel. El quinceañero, muy a diferencia del gay camuflado con raya de ojos, me hizo recuperar la fe en el ser humano. El quinceañero con chaqueta de cuero se bajó del autobús y yo gracias a su pañuelo de papel pude empezar el día sin mocos en la nariz.

Otro compañero (más que compañero, amigo) me confesó que antes de meterse en la cama leía como biblia en mano mi blog. Aunque le hice una broma esquiva, agradecí de verás su amable cumplido. A continuación, manzana en mano me pidió que hablará de la nueva imagen de la voz del pueblo, Belén Esteban para servirles.

¡¡Ay Belén!! Vaya naricita de Embrujada guapa que te han calzado. La Esteban es como Berlusconi, despiden el año con nuevo jeto y por X o por Y su imagen desgastada y denostada (putas, cocaína, Andreíta, coño, cómete el pollo...) vuelve a estar en el candelabro, como diría la Miss (de Madrid, por cierto). Poco más tengo que decir compañero (a la par que amigo). Seguramente en mi periodo INEM mi veneno y mordacidad hubieran diseccionado el caso que nos concierne con la precisión que requiere.

Si I Gotta Feeling es la sintonía del 2009, Them Crooked Vultures acaban el año como líder indiscutible FIFA. Sospecho que si algún día tengo la suerte de verlos en directo (no caerá esa breva) volveré a llorar a moco tendido en ese paraíso soñado repleto de melenudos sudorosos, como lloré en su día con UP, con Camino o con el himno de los EEUU en el estadio de los Mets. Cuando era universitario y tonto, osé a proclamar a Queens of the stone age como una especie de Dream Team del rock en una gacetilla de poca monta. Ahora que soy trabajador (pero igual de tonto en algunas cosas) proclamo a este grupo imposible es la verdadera y auténtica esperanza de la música, como el quinceañero de la chupa de cuero que me ofreció un pañuelo de papel para que me limpiara los mocos de la nariz esta mañana.

El apocalípsis, que según el filósofo estar por llegar, puede esperar. Buenas noches.

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