jueves, 27 de noviembre de 2008

Jueves (crónicas desde la cojera, día 6)


La cosa cambia cuando se pasa del esguince a la posible fisura de un huesito llamado maleolo. Buscando imágenes del citadi hueso me encuentro que el tonto de Jorge Lorenzo se lo rompió igual que yo en las tropecientas hostias que se dio esta temporada en Moto GP. Espero que todo esto NO me empuje a hablar con plural mayestático y que NO me convierta mi periodo de vagancia en un ser con Síndrome de Down.


De momento las muletas ya me están empezando a coger el ritmo, y ya incluso bajamos juntos de la mano la temidas escaleras que conducen desde mi cuarto a la cocina o al salón. Lo de subirlas, espero que mañana podamos entre los tres dar ese importante paso, temo que el otro tobillo sienta pelusa y que se lesione voluntariamente. En esto de las enfermedades la pelusa y el protagonismo son cosas muy malas. Si no se saben gestionar te pueden empujar a la más absoluta miseria.


Menos mal que Barack Obama lo cura todo. Qué seríamos sin Barack... No seríamos nada. Como bien se dijo el otro día, Obama y Ana Rosa son seres celestiales que bajaron del cielo para hacernos la vida más sencilla. Tenemos que ser conscientes de ello y desde el siempre productivo y elegante Levante español han querido lanzar el primer gesto de pleitesía. CAMBIO DE CROMOS, te cambio al prócer de la falange por un afromericano. ¿Y eso? "Obama representa la multiculturalidad a nivel mundial"

"Un municipio de Valencia cambiará la avenida José Antonio por la avenida Barack Obama"



No hace mucho en OS se empezaron a hacer cábalas sobre quien sería el primer jugador de la liga española en calzarse las botas rosas. Desde este foro de debate y sabiduría se apostó por la bisoñez de Marcelo, prometedor lateral izquierdo del Real Madrid. Como diría aquel, y cayendo en el más absoluto ventajismo, DICHO y HECHO.

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