De martes a miércoles (crónicas de un cojo, día 4)

Desde el viernes estaba sin ducharme. Es la vida del escoyalado, como diría Borja Pérez todo en la vida tiene unos códigos internos. Pero los de mi alrededor tras llamarme cerdo a la cara me terminaron de convencer y accedí a regañadientes a ponerme una bolsa del Mercadona en la pierna mientras hacía grandes esfuerzos para no caer de bruces contra la bandeja de los geles y champús de mi bañera. ¡¡Al tercer día, Jesucristo decidió ducharse!!


Es el segundo día que veo por obligación Hombres y Mujeres y Viceversa. Hoy ha sido simplemente patético. Mañana decide Efrén quien le mola y un día antes de la decisión todas y todos se han puesto a llorar como subnormales. Mi madre creo que ante tanta estupidez se ha bajado del carro. Mi padre tendrá que defender en solitario su honor. Mañana miércoles tengo que ir al traumatólogo, mi padre se ha declarado en rebeldía. No se perdería la final ni por el hueso maltrecho del que suscribe y escribe.


Uno de las cosas que más miedo me dan de mi esguince de tobillo es perder mi recién estrenado feeling con la raqueta de ping pong cuando vuelva al trabajo. Tras dos meses de duros entrenamientos, poco a poco me empezaba a sentir media bueno. Borja Pérez es bueno y Dominic Thijs es muy bueno. El otro día mientras jugábamos y tras una mala racha de restos fuera, Borja me aconsejó que me pusiera las gafas. Fue ponérmelas y las bolas milagrosamente empezaron a rebotar en la mesa. A un jugador de los Lakers, según el mismo Borja le pasó lo mismo, fue ponerse gafas y empezar a clavar triples como churros.

Nada más venir del médico, pude ver un trozo de GH, presentado por el olvidado Jorge Javier Vázquez. Se me han quedado grabadas dos escenas a fuego. La primera de ellas, la enana y la negroide subnormal conspirando en el jacuzzi con el tontopollas de Iván. Y otra a la enana medio pedo en el salón bailando con un bañador de cuero negro. Ella se rifará la victoria final con Palomares, queda dicho. Mañana más y espero que mejor. Siempre vuestro, Xo, Xo, Gossip Girl.