domingo, 14 de septiembre de 2008

Viernes, sábado y domingo (todo de tirón)

Aunque hice jurar y perjurar que mi presencia nunca sería revelada a la luz pública, he decidido confesar mi hazaña. El jueves por la noche fui a un concierto de Juan Luis Guerra y los 4´40. Puedo decir bien alto que no sé bailar bachata, merengue y demás modalidades caribeñas. Aunque estaba sentado en una discreta butaca de grada, varias veces me vi obligado a levantarme para bailar bilirrubinas y cafeses en el campo y mis pies me dijeron que me sentara, que estaba haciendo el rídiculo. También he de decir que me sentí bastante cohibido por una ricitos compañera de ubicación con un escote rídiculo que tenía la misión de que las tetas volaran en libertad al más mínimo movimiento de cadera. Por cierto, no me duelen prendas decir que muchos artistas ya quisieran tener una puesta en escena como la de Juan Luis y unos fans tan entregados como Daisy, Wilson o Richard. Mi tema favorito es sin duda Burbujas de amor. Todo muy sexy y muy guarro a la vez.

A pesar de todo creo que mi solista favorito en la actualidad es Eli Paperboy Reed. Le llaman el Amy Winehouse en chico, pero es que a mí las personas que van arregladas con un buen traje me pueden (lease también los hermanos Jonas, el grupo teen del momento). Todo muy Chuck Bass en Gossip Girl, esa serie floja de guión pero que te entra por los ojos y que ya no puedes dejar de bajar capítulos, ex ou, ex ou (besitos, besitos).


Ayer volvió Juan Adrianses al mundo de los debates televisivos para criticar las corridas y las fiestas de los pueblos donde los toros son protagonistas por un día junto a Jimmy Jiménez Arnau y una veterinaria. Sus rivales eran Jaime Ostos, Sánchez Dragó y Terelu Campos. El moderador de la lucha de gigantes era Jordi González. Desgraciadamente la botella de lambursco hizo que me quedara dormido. Todo vino precedido de una entrevista exclusiva de la madre de Rocio Waninkof. Ella acusa a Loli Vassquess de todo el embrollo, ya que la madre de Dolores era muy zorra y la propia Dolores nunca supo aceptar que a ella le empezaran a molar de nuevo las pollas. Enseguida me vino a la cabeza a Encarna Sánchez acuchillando a Paquirrín delante de una retrato de Paquirri mientras la Pantoja se da un achuchón con Cachuli. Como diría aquel, los niños con la niñas, las niñas con los niños deben de estar. Eso de mezclar partes iguales nunca fue sano.



EDITO: He vivido casi un año entero en Palma de Mallorca y sé de primera mano que en esa isla maldita pueden pasar cosas muy extrañas.

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